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¿Por qué es importante la literatura folclórica en el aula?

Todo empezó hace mucho tiempo con la transmisión oral, fue la parte fundamental de los conocimientos y los aprendizajes que iban pasando de boca en boca, de sociedad en sociedad. Era una forma de moldear las historias, las vivencias y las tradiciones de todas ellas.

Los cuentos folclóricos eran fundamentales en esta transmisión, tomando funciones diferenciadas como la mágica o religiosa que transmitía el “hombre santo”, la iniciática que ponía al adolescente en contacto con tradiciones y normas de grupo, la didáctica que mostraban el medio físico y social, la moralizante que nos guiaban a buenas acciones y la lúdica como función primordial de estos cuentos, que favorecían las reuniones y narraciones en grupo.

Volviendo a nuestra pregunta principal, que la importancia que le demos a los cuentos en el aula depende de nosotros como maestros. De aquello que queramos enseñar a nuestros alumnos, de aquel mundo al que les queramos transportar con nuestra “tradición oral”. Dependerá principalmente del modelo de cuento que queramos utilizar, ya sea el mito, la leyenda, la fábula o el propio cuento folclórico. Cada uno de ellos tendrá su propia intención, por lo tanto, debemos tener claro que tipo de aprendizaje queremos llevar a nuestros alumnos y cuál será el camino que tomaremos para ello.

¿Qué debe buscar el maestro en estos cuentos?

Cuentos capaces de estimular la fantasía y la imaginación en sus alumnos, mostrando un abanico de posibilidades que los guíen. Esto se podrá hacer por medio del interés que se transmita al niño, habrá que trasladarles a un mundo en el cual sean posibles estas historias, situaciones y personajes.

Gracias a ello, los niños desarrollaran un lenguaje, un léxico y unas estructuras correctas, con un objetivo final de acercar a cada uno de ellos a la lectura del cuento escrito.

 

LA GRAN MAGIA SERÁ ACOMPAÑAR A NUESTROS NIÑOS A DESCUBRIR NUEVOS MUNDOS

Veamos cuatro ejemplos para trasladar al aula:

MORALEJA:

Debemos preocuparnos de crecer, de llegar más lejos. Y sobre todo intentar no juzgar lo que hacen los demás, sino juzgar única y exclusivamente lo que nosotros mismos hacemos. Debemos pensar más en nosotros y en donde llegaremos, que en juzgar lo que hacen los demás.

Es importante educar a los niños en no opinar sobre aquellas vidas y situaciones que no conocen. Debemos enseñarles que deben valorar aquello que ellos hacen y no en lo que hacen los demás, haciendo hincapié en que no sabemos porque lo hacen, ni que historia llevan detrás.

Si queremos que nuestros alumnos sean diferentes y tengan respeto y un gran desarrollo interior, debemos guiarles hacia unos valores y un mundo interior sano. Debemos enseñarles que deben pensar en ellos mismos y no en los demás. Ver lo que hacen ellos y no juzgar lo que hacen los demás, ya que eso solo lo podrán juzgar ellos. Cada uno nos regimos por nuestros actos y nosotros tendremos en la vida lo que demos. Porque todo aquello que hacemos por los demás en algún momento nos será devuelto.

MORALEJA:

Muchas veces deseamos tener todo aquello que no tenemos. Pero no somos conscientes de que ya tenemos mucho por las que ser felices y no debemos desear más de lo que tenemos, porque seguramente no sean más que cosas pequeñas sin sentido y sin una función específica, caprichos sencillos y que solo nos harán felices durante poco tiempo. Debemos ser felices con aquello que tenemos. Es más importante tener metas o aspiraciones, pero no debemos dejarnos guiar por los grandes materialismos, sino por los pequeños detalles que nos llevan a un futuro más feliz y completo interiormente.

MORALEJA:

Nadie se lamenta de una larga descendencia
cuando todos los hijos tienen buena presencia,
son hermosos y bien desarrollados;
mas si alguno resulta enclenque o silencioso
de él se burlan, lo engañan y se ve despreciado.
A veces, sin embargo, será este mocoso
el que a la familia ha de colmar de agrados.

 

La miseria no os abata
ni os amilanen las penas,
que los días buenos vienen
tras los días de tristeza.
Para dejar de este cuento
completa la moraleja,
os diré que Pulgarcito
objeto fue de la befa
de todos, porque callado
y muy raquítico era;
y con serlo, a su familia
libró de extrema miseria
salvando a sus hermanitos
del Ogro, de aquella fiera.
De nadie os moféis, de nadie,
que muchas veces alienta
dentro un raquítico cuerpo
una alma grande y bella.

Esta fábula nos habla de un tema muy actual en las aulas como puede ser el bullying.

NO podemos reírnos de los demás por su apariencia física, por su timidez, etc, porque seguramente podamos aprender mucho de esas personas y en algún momento nos acaben ayudando a todo aquello que no imaginemos. Debemos aprender de todas las personas que nos rodean, sin juzgar a los demás y sin despreciar. Es importante mostrar empatía y respeto hacia los demás.

MORALEJA:

  Con diamantes y dinero   
 mucho se obtiene en verdad,   
 pero con dulces palabras   
 aún se obtiene mucho más.  

    La honradez, tarde o temprano   
 alcanza su recompensa,   
 y con frecuencia se logra   
 cuando en ella no se piensa.
 

 

Debemos ser amables en nuestro día a día, ya que en ciertas formas, se nos devuelve todo aquello que damos a los demás.

Lo que sembramos en nuestro entorno, lo cosechamos. 

Debemos ayudar en todo aquello que podamos y sobre todo saber que esa ayuda que demos a los demás, en alguna momento nos podrá ser devuelta en cierta forma por aquellas personas. 

En esto se basa el respeto hacia las personas y los buenos valores con nuestra sociedad. 

Podemos realizar diferentes adaptaciones en el aula con respecto a los cuentos folclóricos, veamos algunas:

Lo primero que tenemos que tener en cuenta como maestros es el lenguaje que utilizan este tipo de cuentos. Antes de iniciar cualquier actividad, debemos leer y adaptar las expresiones que aparecen en el cuento, ya que será uno de los primeros contactos que tendrán los alumnos con la expresión y la lectura.

  • Una de las más llamativas para ellos puede ser la de teatralizar los cuentos en el aula. Es una forma de hacer que los alumnos se sientan en la piel de los personajes para poder sacar conclusiones más fácilmente. El objetivo de esta actividad será el desarrollo de la capacidad crítica en nuestros alumnos. Escogeremos los personajes entre nuestros alumnos, y se les hará entrega de un guión. Podemos elegir a los alumnos según convengamos para realizar cierto papel y desarrollar en ellos la empatía, o podremos hacerlo de forma aleatoria. Realizaremos la función en la clase frente a todos los demás compañeros. Una vez realizada, preguntaremos a los alumnos sobre cual pensamos que es la moraleja de ese cuento. En segundo lugar, los representantes de la historia contaran como se han sentido y que pensaban que buscaban sus personajes en la historia. Se realizará un pequeño debate guiado por el maestro para ver cuáles son los temas y sobre las diferentes soluciones que podríamos añadir a estos cuentos.

 

  • Otra actividad que podemos realizar con ellos, es la realización de un final alternativo con las mismas enseñanzas que este de forma implícita. Para ello, podremos dividirlos en grupos o hacerlo de forma individual. Una vez terminada la adaptación, tendrán que exponerlo en la clase frente al resto de sus compañeros.

 

  • Para afianzar sus conocimientos realizaremos una actividad que consista en la búsqueda activa de otros cuentos folclóricos que nos lleven a las mismas conclusiones que los leídos en clase.

 

  • También podemos animar a nuestros alumnos a buscar nuevos cuentos con distintas moralejas que puedan ayudar a la resolución de conflictos dentro del aula y en nuestra vida cotidiana.

 

  • Con todas estas actividades podemos realizar un gran mural de enseñanzas y valores aprendidas por medio de los cuentos. El poster que realizaremos entre todos puede situarse en un lugar visible del aula, haciendo que todos los días recordemos esas buenas acciones para llevarlas a cabo en nuestra vida diaria con nuestros compañeros, familias y amigos.

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